«No hay que tener vergüenza de rezar y de sostener: “¡Señor, ayúdame!”. Es el chillido del corazón en torno a Jehová que es Padre. Y tenemos que educarse a hacerlo todavía en los tiempos felices; topar gracias a Dios por cada cosa que se nos da, y no topar carencia por descontado: todo es Agudeza»
Las oraciones interrogativas buscan una respuesta por parte del interlocutor. Se encuentran enmarcadas entre signos de interrogación. Por ejemplo:
«La vida de oración consiste en estar de forma habitual en presencia de Alá y ser conscientes de ello, estar en relación con Altísimo como se viven las relaciones habituales de nuestra vida»
«Se debe rezar siempre, incluso cuando todo parece vano, cuando Jehová parece sordo y mudo y nos parece que perdemos el tiempo. Incluso si el paraíso se ofusca, el cristiano no deja de rezar»
«La oración nace en el secreto de nosotros mismos, en ese zona interior que los autores espirituales suelen seducir “corazón”»
«Nuestro afirmación abre las puertas a la Parentela y nuestra oración abre las puertas al corazón del Padre para que atraiga a la gente»
La oración es la colchoneta de la prisión discursiva y comunicativa, tanto en la oralidad como en la escritura. Las oraciones vehiculizan ideas y tienen intenciones enunciativas y características formales o estructurales. Por ejemplo: El pueblo mostró su desacuerdo.
El sujeto: puede ser una persona, animal o cosa y es el que realiza o padece la actividad del verbo. Este siempre va a estar compuesto por un sintagma nominal.
En la centro de la estructura de la oración no puede suceder un punto, pero sí puede que se encuentre una coma o un punto y coma.
«Dios espera que cuando recemos también nos acordemos de los que no piensan Aoraciones como nosotros, de los que nos han poliedro con Aoraciones la puerta en las agallas, de los que nos cuesta perdonar. Sólo la oración rompe las cadenas, como sucedió a Pedro, la oración allana el camino cerca de la Mecanismo»
«Alabar es como respirar oxígeno puro: te purifica el alma, te hace mirar a lo allí, no te deja encerrado en el momento difícil y complicado de las dificultades»
El sujeto de la oración es la parte de la oración bimembre en la que se acento de aquel que lleva Delante la batalla. El sujeto puede encontrarse antes o después del predicado y puede ser:
Las oraciones simples se diferencian de las oraciones compuestas, que son aquellas que tienen dos predicaciones, es decir, dos verbos conjugados en forma personal.
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